Friday, October 06, 2006

Diversificación productiva para el agro argentino

DIVERSIFICACION PRODUCTIVA PARA EL AGRO ARGENTINO



Juan Carlos Torchelli (“)



El sector agropecuario y agroindustrial argentino se ha caracterizado, a través del tiempo, por tener una gran dinámica. Basta recordar como influyó la introducción del frigorífico a fines del siglo XIX, y de la soja a mediados del siglo XX, para tener una cabal idea de su permanente actitud de cambio. Ambos acontecimientos permitieron una verdadera revolución agroindustrial y favorecieron el posicionamiento de nuestro país como productor de rubros con valor agregado.

El caso de la soja es verdaderamente paradigmático. A principios de la década del 70, éste cultivo era prácticamente desconocido en nuestro país y su introducción era resistida en distintos ámbitos. Apenas treinta años después, en la Argentina se siembran más de catorce millones de hectáreas y su producción contribuye notablemente al desarrollo económico. Otros ejemplos son el incremento del consumo interno de kiwi y de copos de maiz (corn flakes), productos también prácticamente desconocidos hace apenas diez años y hoy integrantes de la dieta cotidiana de muchos argentinos. Así podríamos seguir señalando infinidad de ejemplos de nuevos productos, de nuevos usos de rubros tradicionales y de nuevos mercados para los mismos; y entre todos ellos podemos distinguir una fuerte interrelación a través de un hilo conductor: el cambio tecnológico.

De la actitud de todos los actores de la cadena productiva del sector, ante los cambios que se están produciendo y que se pueden producir en el futuro, depende en gran medida la magnitud de su desarrollo. Recordemos que lo que hoy es un commodity, ayer fue una alternativa y lo que hoy visualizamos como alternativo, mañana podría transformarse en un verdadero motor técnico y económico de ese desarrollo.

Existen otros ejemplos de productos alternativos, algunos de los cuales comienzan a tener un lugar relevante en la economía Argentina. Tal es el caso de la apicultura, actividad que contribuye notablemente con nuestras exportaciones y que tiene un gran efecto multiplicador como generador de empleo directo e indirecto. También se puede mencionar la producción forestal, actividad que a nivel mundial moviliza -integralmente- tres veces más recursos financieros que la actividad ganadera y dos veces más que la cerealera.

Otros rubros, como la producción de frutillas y de hongos comestibles, que cuentan con un mercado interno muy dinámico, y de plantas aromáticas y medicinales, que tienen una importancia vital en algunas regiones argentinas (el aceite esencial de limón en Tucumán, por ejemplo), así como la implantación de producciones orgánicas, con denominación de origen y/o con calidad certificada y de lino para la obtención de aceite destinado al consumo humano - éste cultivo llegó a tener 3 millones de Has. sembradas en la década del 40 y hoy apenas alcanza las 50.000 -, son un indicador de cómo el sector puede ir adaptando su perfil, en pos de un desarrollo económico, ecológico y socialmente sustentable.

A través de sus proyectos de carácter nacional y regional, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en conjunto con otros organismos y empresas estatales y privadas, contribuye en el desarrollo de tecnología y de información continua de mercado y rentabilidad de productos alternativos, como una forma de sumar esfuerzos para el logro del crecimiento del sector y, por ende, para alcanzar los grandes objetivos nacionales.

(“) Ingeniero Agrónomo, Magíster Scientiae en Economía Agraria, Especialista en Diversificación Productiva del INTA – Abril de 2006.

Posibilidades de exportación de producciones agrícolas alternativas a la República Popular China




POSIBILIDADES DE EXPORTACION DE PRODUCCIONES AGRICOLAS ALTERNATIVAS A LA REPUBLICA POPULAR CHINA



Juan Carlos Torchelli *


China Popular, con 1300 millones de habitantes, tiene importaciones por un valor de 450.000 millones de dólares y le compra a la Argentina fundamentalmente commodities, tales como aceite, harina y poroto de soja y aceite de girasol. En lo que se refiere a las posibilidades de producciones alternativas, se estima que tendríamos buenas perspectivas con aquellas en que nuestro país ya es líder en los aspectos ecológicos y tecnológicos.

En ese sentido, deberíamos considerar la exportación de madera, ya que China tiene actualmente un déficit de 57 millones de metros cúbicos (tanto para celulosa, como para la construcción y la fabricación de muebles) y se estima que en los próximos años este déficit crecerá aceleradamente. Es sabido que nuestro país ha aumentado considerablemente la producción de Pinos y Eucaliptos, especialmente en la región mesopotámica, pero que aún existe una brecha muy grande para alcanzar el máximo potencial productivo.

Otro producto a considerar es el maíz pisingallo, producto que actualmente tiene una gran demanda mundial, siendo muy probable que China podría participar de la misma en el corto plazo. Argentina produce en la actualidad 135.000 Ton., de las cuales exporta la mayor parte, principalmente a Brasil. El área sembrada es de alrededor de 27.000 Has., desde el sur de la Pcia. de Bs. As. hasta el norte del país.

Otro rubro con buenas posibilidades es la cebada cervecera. Nuestro país produce cebada de alta calidad y con muy buenos rendimientos. Además debemos recordar que el consumo de cerveza está aumentando aceleradamente en todo el mundo (República Checa 160 litros per cápita, Alemania 120 litros, EEUU 80 litros, Brasil 53 litros, Argentina 34 litros) y China ha llegado actualmente a un consumo de 18 litros per cápita.

Otra alternativa es el aceite esencial de limón, de cuyas exportaciones nuestro país ya es líder mundial, llegando en algunos años a exportar por valor de 50 millones de dólares, fundamentalmente a EEUU, Inglaterra, México y Países Bajos. Todo el sudeste asiático y especialmente China, es un mercado a explorar para este producto del NOA argentino.

Por otra parte, hay productos que se deberían explorar en el mercado Chino, tales como algunas plantas aromáticas y medicinales. Es el caso especifico de manzanilla y coriandro, rubros ya producidos en la región pampeana y que por la tendencia del mercado de ese país en cuanto al consumo de tisanas medicinales y conservantes para embutidos, tendrían buenas posibilidades de colocación en el mismo.

Estas son algunas consideraciones sobre un tema de vital importancia, en función de poder aprovechar una oportunidad única para nuestras exportaciones no tradicionales, especialmente en éste momento, donde la tasa de cambio favorece notablemente a las mismas. El mercado Chino, con su enorme potencial, debe seguir siendo observado por las autoridades con una particular mirada ya que contribuirá, sin lugar a dudas, en un futuro no muy lejano, a ser receptor de productos agropecuarios y agroindustriales de todo tipo, muchos de los cuales ya son producidos en la Argentina o podrían serlo en el corto plazo. Ese es el desafío.



* Ingeniero Agrónomo, Magíster Scientiae en Economía Agraria, Especialista en Diversificación Productiva del INTA – Abril de 2006